Una historia donde nadie es nadie, y los dos somos uno…
Nuestra historia es así… sin planes, ni promesas. Dónde somos dos seres libres, pero que de corazón nos pertenecemos.
Somos dos cuerpos que se abrazan, que saben compartir pensamientos y comprender sus tan parecidas, como distintas formas de ser. Desde el primer instante amamos nuestra especial manera de querer, tan distinta a la forma que tiene el resto del mundo de hacerlo.
En cada instante hemos permitido que nuestras sonrisas sean las protagonistas de esta historia, alejándonos de los miedos y las dudas; pero sin perder nuestra realidad, la realidad que nos ha permitido estar separados, lejos, pero juntos.
Somos dos corazones que van caminando uno al lado del otro, sin aferrarse a un futuro, sólo con unas inmensas ganas de sentir sus latidos al mismo ritmo. Hemos aprendido a disfrutar por instantes, a encontrar el cómo hacernos felices a la distancia, y acortar distancias con nuestras palabras.
En nuestra historia hemos sabido encontrar el apoyo en nuestros abrazos, alegrías en nuestras caricias y paz en nuestras miradas.
Aprendimos a vivir lo nuestro a través de llamadas eternas en la madrugada y visitas sorpresa en ocasiones especiales.
Hemos aprendido a guardar nuestros besos, esperando ese día en el que la distancia sea sólo una palabra, y estemos nuevamente compartiendo el mismo espacio, ese lugar que tantas veces fue testigo de nuestro querer.