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Regálame un baile más…

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Regálame la oportunidad de saber que he encontrado a la persona que ama mis defectos al igual que mis virtudes

Regálame el tiempo que has estado ausente, para disfrutarlo bailando en tu regreso.

Regálame las caricias que tus manos han tenido contenidas, deseando rozar mi piel

Regálame la sensación de temblor que mis piernas tenían después de hacernos el amor

Permíteme regalarte cada lágrima que he derramado al saberte lejos, para que con tus suaves manos acaricies mi rostro y con ello, borres todo rastro de tristeza

Te regalo el deseo inmenso que tengo de probar tus labios una vez más, esos labios que tantas veces besé y que sé, son mi perdición.

Regálame una vez más la ocasión de verme reflejada en tus ojos, aquellos que me enamoraron desde la primera ocasión que los vi.

Regálame tu pecho para recostarme en él, y escuchar los latidos de tu corazón, para estos sean quienes me ayuden a conciliar el sueño, y tus brazos para dormir entre ellos.

Regálame la esperanza de no creer que aquél adiós, fue el último. Un “adiós” que se hizo lleno de amor, pero necesario por los caminos alejados que tuvo el destino para nosotros.

Regálame el momento ideal para decirte a los ojos uno más de mis “Te quiero”

Regálame la ilusión de pensar que serás mío a pesar de la distancia.

Regálame tantos recuerdos que mi corazón no sea capaz de soportarlo y tenga que desbordarse de amor hacia ti

Déjame regalarte mis palabras más sinceras que te dicen:

Todavía necesito un beso más, una caricia más, un encuentro más, un baile más… Tengo tanto que regalarte aún, tantas risas, tantos besos, todo mi mundo para ti. Regalarte mil mañanas a tu lado, tantos sueños por compartir, tantas alegrías por disfrutar, malos momentos por superar y una realidad que sólo tú y yo sabemos disfrutar.

Una historia donde nadie es nadie, y los dos somos uno…

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Nuestra historia es así… sin planes, ni promesas. Dónde somos dos seres libres, pero que de corazón nos pertenecemos.

Somos dos cuerpos que se abrazan, que saben compartir pensamientos y comprender sus tan parecidas, como distintas formas de ser. Desde el primer instante amamos nuestra especial manera de querer, tan distinta a la forma que tiene el resto del mundo de hacerlo.

En cada instante hemos permitido que nuestras sonrisas sean las protagonistas de esta historia, alejándonos de los miedos y las dudas; pero sin perder nuestra realidad, la realidad que nos ha permitido estar separados, lejos, pero juntos.

Somos dos corazones que van caminando uno al lado del otro, sin aferrarse a un futuro, sólo con unas inmensas ganas de sentir sus latidos al mismo ritmo. Hemos aprendido a disfrutar por instantes, a encontrar el cómo hacernos felices a la distancia, y acortar distancias con nuestras palabras.

En nuestra historia hemos sabido encontrar el apoyo en nuestros abrazos, alegrías en nuestras caricias y paz en nuestras miradas.

Aprendimos a vivir lo nuestro a través de llamadas eternas en la madrugada y visitas sorpresa en ocasiones especiales.

Hemos aprendido a guardar nuestros besos, esperando ese día en el que la distancia sea sólo una palabra, y estemos nuevamente compartiendo el mismo espacio, ese  lugar que tantas veces fue testigo de nuestro querer.