Nuestro mundo…

Es ese lugar que logramos crear solo para nosotros, donde nos envolvemos en abrazos y nos saciamos de besos.

Un pequeño espacio en el que nuestra energía se transforma y nos llena de vida.

Instantes en los que disfrutamos de la tranquilidad de nuestro aislamiento.

Es el sitio en el que nos miramos sin escondernos, sin esquivar las miradas de envidia que despertamos en los demás.

Es la ocasión en la que nos olvidamos de la distancia y el tiempo.

Son esas oportunidades que nos damos para tomar nuestras manos y formar nuestro corazón.

Es el tiempo que tenemos para regalarnos caricias, compartir sentimientos y disfrutar risas y silencios.

Es el espacio donde hacemos realidad el sueño de estar juntos, donde vivo lo mejor y lo peor de ti, tu ternura y tu calor, tus alegrías y preocupaciones.

Mi mundo eres tú, es escuchar tu respiración en mi oído y sentir tus latidos en mi pecho.

Casi un año…

Desde hace casi año son muchas las cosas que han pasado para hoy, encontrarnos aquí… ¿Te acuerdas de cómo comenzó todo?

¿Te acuerdas de aquella confesión del sábado por la tarde, donde un par de cervezas te dio el valor de decirme lo que te gustaba de mí? Recuerdas aquellas noches en las que nos quedábamos hablando hasta la madruga, noches que fueron cómplices del inicio de esta historia.

¿Te acuerdas de aquél accidente que fue el motivo por el cuál comenzamos a platicar? Antes de eso, éramos dos personas completamente desconocidas, qué en años de compartir espacios en común, nunca habían hecho coincidir sus miradas, y mucho menos, se habían dado la oportunidad de descubrirse como personas, como amigos, como pareja.

¿Recuerdas aquella primera cita? La cita más rápida y extraña de mi vida. Una cita donde llegamos como amigos, y que poco a poco se fueron acercando, donde al mismo tiempo que te contaba de mis conflictos, por dentro deseaba ese primer beso tuyo, un beso que momentos más tarde llegó… rápido, sencillo pero especial.

¿Te acuerdas de nuestro primer conflicto? Ese que casi nos hace separarnos, pero que supimos superar y encontramos la manera de seguir juntos pese al tiempo, a las personas, a la distancia, al trabajo y a tantas cosas, pero aquí seguimos a casi un año de aquel día.

Hay tantos momentos que quisiera que recordaras, nuestras citas en el café, los besos de “Buenos días”, los besos a escondidas que nos teníamos que dar, los viajes donde como adolescentes íbamos tomados de la mano, las pláticas dónde hablamos de todo y nada.

Pero más que recordar, quisiera hacerte saber que en este año te has convertido en ese alguien que llegó de repente a mi vida, cuando más lo necesitaba, y dejaste de ser una necesidad para convertirte en un gusto que me da felicidad y tranquilidad. Te has convertido en ese hombre con quien la conexión va más allá de lo íntimo, contigo no es el enamoramiento de juventud, no son las cosquillas en el estómago, no son los nervios que recorren el cuerpo al saber que te veré.

Contigo es un sentimiento que va más allá de lo superficial, es verte y saber que me gustas a pesar de tus defectos, es saber aprovechar el tiempo juntos porque no es eterno el momento, es tomar tus manos queriendo calmar tu ansiedad, es rozar tu rostro que me expresa cansancio. Es escucharte en tus momentos de conflicto, y que sean mis oídos y mis ojos, receptores de tu sentir.

Es amar el instante que estamos juntos, simplemente por el hecho de compartir el mismo espacio, eres esa persona con quien no necesito tener algún acercamiento para estar cómoda, contigo no importa el silencio o el exceso de ruido, simplemente tu presencia.

En este tiempo te has convertido en el compañero de mis días, en el amor de mis mañanas, en el deseo del medio día, en el anhelo de mis noches y el recuerdo de mis madrugadas. Y a casi un año de que esta historia comenzó, puedo decir con seguridad que no me arrepiento de haber abierto mi corazón nuevamente, y agradezco que hayas sido tú quién de una manera muy diferente, me hayas devuelto esa alegría que creí perdida. No puedo decir que fue un año perfecto, pero si ha sido uno de los más especiales, deseo continuar caminando a tu lado el tiempo que la vida nos permita, porque siendo dos personas tan diferentes, y con caminos que nunca se les hubiera ocurrido que se iban a cruzar, hoy estamos aquí, juntos, siendo simplemente nuestros.

Y si hay un espacio perdido en tus días, yo quiero llenarlo con mis tonterías.

Regálame tu tiempo, aquél que nace de tus ocupados días.

Regálame tus labios para besarte de tal manera que olvides tu saturada rutina.

Regálame un espacio en tus pensamientos, dedícame un pensamiento entre todas las ideas que giran en tu mente.

Dame una mirada de placer, permíteme reflejarme en esos lindos ojos miel.

Dame la oportunidad de adentrarme en tu corazón, déjame ocupar un espacio en ti, acepto con gozo el lugar que en tú vida me permitas estar.

Dame el gusto de conocer aún más tu alma, esa que hasta el momento me ha encantado.

Quiero descansar entre tus brazos cada que me sea posible, quiero tomar tu mano cada que el mundo cierre sus ojos y sólo estemos nosotros dos.

Quiero seguir despertando en ti la ternura de un niño jugando y la pasión de un hombre descubriendo nuevas aventuras.

Quiero compartir más días contigo, que sigamos dándonos vida el uno al otro, quiero que el espacio que quede perdido en tus días, lo pueda yo llenar con mi cariño, mis caricias, mis palabras y mi compañía; quiero seguir alegrándote con mis tonterías.

Miss you… Kiss

i-need-you-i-miss-you-i-like-you-i-kiss-you-i-love-youCada día tengo más claro que tenerte en mi vida es un regalo.

Sé que ambos llegamos en el momento oportuno, aunque al principio no lo consideramos así, no éramos algo que tuviéramos planeado, quizá ni siquiera era nuestro turno. Pero eso ya no importa, simplemente llegamos y cambiamos nuestras vidas. Ahora que hemos aceptado nuestro presente, todo es diferente. Las mañanas son divertidas, especiales, felices; y las noches, menos oscuras al saber que un nuevo día juntos nos espera. Desde el primer instante de esta historia hemos tenido obstáculos que superar, pero a pesar de todo ello, no nos rendimos, porque sabemos qué si lo hacemos, nos podemos perder. Sé que con tu mano en la mía y contigo a mi lado, podremos salir adelante.

Mientras seas feliz conmigo, haré todo lo que esté en mis manos para que siga siendo así, y que esa sonrisa tuya siga iluminando mis días. Lo nuestro no fue amor a primera vista, pero sí que hubo algo, algo que encendió mi mundo y me hizo querer saber más de ti, conocer quién estaba detrás de ese hombre serio con el que antes no cruzaba ni un par de palabras.

Poco a poco me fui metiendo en tu mundo, quitando las barreras que tú creías no cruzarías… al menos no por el momento. Cada vez que descubrimos algo nuevo, me encanta tu mirada, confusa y llena de vida al mismo tiempo. Curioso por saber qué más puede haber en mí.

Hace poco sentí que nuestros corazones ya se conocían de hace mucho y, aunque nunca antes nos habíamos cruzado, ellos ya lo tenían todo planeado. Somos dos personas descubriéndose, entendiéndonos por primera vez, conociéndonos en todo sentido, pero al mismo tiempo contamos con el cariño y la confianza de una relación de años.

Encajamos sin forzar nada, acariciaste mis heridas y las sanaste, reconocimos nuestra madurez, y eso nos atrajo sin darnos cuenta, y hoy estamos aquí, queriéndonos.

Tengo claro que estoy donde quiero estar, con la persona que el destino me presentó y que yo elegí para tener a mi lado. Sé que quizá un día todo termine y se acabe la magia, pero eso no importa, soy feliz por tenerte aquí a mi lado hoy, y no habrá nunca algún reclamo, solamente la consciencia del regalo tan maravilloso que es cada minuto que paso contigo.

Te quiero como solo se puede querer a alguien en quien confías, sin miedos, y demostrándonos siempre cosas buenas. Gracias por estar ahí y por lo que me has dado. Gracias por dejarme claro que hace tiempo que dejamos atrás una simple amistad.

Gracias por llegar cuando más lo necesitaba, por encender la luz y dar color en aquél momento que era gris.

Ya no somos amigos. Somos mucho más. Somos un regalo en nuestras vidas, un regalo que pienso vivir intensamente, deseando que nunca falte, pero disfrutando cada segundo por si un día decidieras irte.

Recuerdos de un ladrón

hqdefaultHace ya tiempo de tu partida, y no puedo mentir, no ha sido nada fácil estar sin ti. Me acostumbré a tenerte siempre y, de un día para otro, solamente quedó el recuerdo de una sensación de plenitud, sólo quedó el palpitar de un corazón, un corazón que en algún momento, te perteneció. Puede que ya no estés, y no puedo negar que mi mundo aún tiembla cuando piensa en ti, pero imaginarte a mi lado fue la forma menos dolorosa de recordar que ya no estás.

Te llevaste contigo una parte de mí, quizá ni cuenta nos dimos cuando parte de mi corazón y de mis pensamientos, se fueron contigo.

En algún momento pensé que ese vacío en el pecho no me dejaría seguir, pues te llevaste lo mejor de mi ser. Quise creer que tu recuerdo sería capaz de llenar el vacío que dejaste en tu partida, pero fue precisamente tu recuerdo lo que me enseñó a entender que ya no hay abrazos, que ya no hay besos y que debo continuar mi camino sin tu mano tomando la mía.

Posiblemente tú ya seas de alguien más, quizá tus besos ya le pertenezcan a otros labios, y tu amor ya corresponda  a otra alma; quizá todo lo que era nuestro, ya sea de otra mujer. Sé que es algo que no debería sorprenderme, pues eres alguien libre, siempre lo fuiste, tu corazón nunca fue, ni será de un sólo lugar, es sólo que me cuesta aceptarlo, ayer éramos uno y hoy sólo queda el recuerdo que aquellos dos locos cómplices enamorados, que fueron sólo la ilusión de un futuro, una canción sonando de fondo en la habitación, unos latidos que ya no volverán a estar presentes con la misma intensidad. Te quiero. Claro que aún te quiero. Y te extraño, es difícil la vida sin ti, sobre todo cuando cada cosa me recuerda a ti.

Pero no por ello he dejado de darme la oportunidad de vivir, de sentir, de querer… Ahora, día a día he aprendido a querer de nuevo, he aprendido a entregar lo mejor de mí nuevamente, estoy amando con otra parte de mi ser, con una parte más real pero sin dejar la ilusión. Por eso escribo todo esto, para de alguna manera seguir liberando mi corazón, con esto no quiero decir “adiós”, sólo es la manera que tengo de dejar de esperar que regreses a mi lado, para no seguir pensando que eres tú quién llama cuando suena el teléfono. Para avanzar y dejar de sufrir por alguien que ya no es parte de mi presente, solo un hermoso recuerdo en mi vida.

En la soledad de éstos días me he encontrado conmigo misma, y poco a poco, vuelvo a pensar en un futuro y desearte que ojalá seas feliz a dónde sea que vayas, ojalá te amen más de lo que yo aún lo hago, ojalá ella te provoque más sonrisas de las que yo en algún momento lo hice. Ojalá me guardes como un recuerdo en tu corazón

¿Quién es él?… Él, es una de mis primeras veces

d90d227d6f39a5778d6654eda303b584“Él, es una de mis primeras veces”… Esa es la respuesta que doy cuando alguien me pregunta “¿Quién es él?”. Claro está, que no es la respuesta que esperan escuchar, pero es la respuesta que para mí, es la indicada. ¿Por qué decir que él es una de mis primeras veces? Porqué simplemente, él, no tiene nombre ante la gente, no tenemos un título ante la sociedad, somos dos personas que se encontraron en el camino, de la manera menos planeada y sin ninguna expectativa.

Desde la primera conversación tuvimos la intención de comenzar con una amistad, con lograr una complicidad más allá de cualquier sentimiento de pareja, y hasta el día de hoy, lo hemos logrado. Día a día hemos tratado de construir esta historia, a pesar de tener todo en contra: el tiempo, la distancia, nuestras familias, el trabajo, etc; a pesar de todo ello, estamos juntos, quizá no de la forma que ambos quisiéramos, pero lo intentamos hasta donde nos sea posible.

Todo con él ha ido de a poco, sin desear más, sólo lo que día a día nos podemos compartir. Al paso de los meses, hemos avanzado, hasta llegar a lo que ahora somos; y es aquí, donde puedo decir que él, es una de mis primeras veces.

La primera vez que… me preocupé porque alguien más se encontrara bien.

La primera vez que… me convertí en una confidente de secretos especiales.

La primera vez que… soy amiga por sobre cualquier otro título más.

La primera vez que… besé otros labios distintos a los que estaba acostumbrada.

La primera vez que… abrí mi corazón sin pensar en las consecuencias.

La primera vez que…compartí el espacio de una habitación con otro cuerpo.

La primera vez que… volví a desear los abrazos de otro hombre.

La primera vez que… el actuar de una persona me hizo sentir protegida, querida, deseada.

La primera vez que… tenía la atención de alguien.

La primera vez que… volví a decir “te quiero”.

La primera vez que… comparto mis días y mis noches con una persona que me corresponde el sentimiento.

Sé que parece extraño el hecho de que diga que todo eso lo hice por primera vez, cuando obviamente no es la primera vez que tengo una relación, pero si es la primera relación después de mi última y más importante historia.

Hoy que decidí escribir esto, no sé cómo he llegado a este punto, sólo sé que no hay algo de lo que me arrepienta, quizá no estemos haciendo las cosas de la manera correcta, pero no por eso se convierte en algo malo. Ambos decidimos aventurarnos en este juego que el destino nos puso enfrente, y a pesar de tener años de conocernos, ninguno de los dos esperaba algo del otro, sabíamos de nuestra existencia, pero la realidad, es que éramos sólo dos personas que compartían espacios en común, y nada más. Quien diría que a cinco meses de esos primeros mensajes, seríamos lo que somos ahora.

Él, llegó en el momento en el que más necesitaba de un compañero, de un apoyo, de alguien que estuviera y escuchara sin juzgar, sin esperar nada, sólo estar. Quizá, si nos hubiéramos encontrado en otro momento de la vida, no estaríamos hoy juntos; pero como siempre decimos: “El destino nos lo tenía preparado, y caímos sin darnos cuenta”

A ambos nos cuesta trabajo expresar lo que sentimos, sin embargo, lo sabemos, pues día con día buscamos la más mínima oportunidad para ser uno, para dejarnos claro que esto, hace tiempo que dejó de ser una simple amistad.

La verdad, es que ya no me imagino los días si esa compañía por las mañanas, sin ese beso de “buenos días”, sin esas escapadas en el trabajo, sin esas comidas juntos, sin esas pláticas nocturnas, esas salidas improvisadas de los sábados. Hemos pasado por tanto, que él, se ha convertido en mi apoyo, mi amigo, mi compañero del día, de la noche, mi cariño, mi deseo, mi paz y mi intranquilidad. Con él, paso los mejores momentos, pero también los más inestables, pero no por eso dejo de quererlo. Cada día le agradezco que haya aparecido en mi vida, le agradezco que a pesar de la tormenta por la que yo estaba pasando, se quedó a mi lado.  

Él, es la primera vez que agradezco que llegara una persona a mi mundo cuando más lo necesitaba, por abrirme la ventana y darme ese aire que requería para seguir. Es la primera vez que agradezco que me encendiera la luz y diera un poco de color en mis días más obscuros.

Él, es la primera vez que digo “Ya no somos amigos, somos mucho más.” Es la primera vez que una persona se convierte en mi apoyo, en ese abrazo que me consuela. Quizá un día faltemos en la vida del otro, eso no lo sabemos, sólo sé, que hasta entonces, seguiré esforzándome por mantener en mi vida a ese hombre que se convirtió… en mi primera vez.

Regálame un baile más…

1526285190_042030_1526287448_noticia_normal

Regálame la oportunidad de saber que he encontrado a la persona que ama mis defectos al igual que mis virtudes

Regálame el tiempo que has estado ausente, para disfrutarlo bailando en tu regreso.

Regálame las caricias que tus manos han tenido contenidas, deseando rozar mi piel

Regálame la sensación de temblor que mis piernas tenían después de hacernos el amor

Permíteme regalarte cada lágrima que he derramado al saberte lejos, para que con tus suaves manos acaricies mi rostro y con ello, borres todo rastro de tristeza

Te regalo el deseo inmenso que tengo de probar tus labios una vez más, esos labios que tantas veces besé y que sé, son mi perdición.

Regálame una vez más la ocasión de verme reflejada en tus ojos, aquellos que me enamoraron desde la primera ocasión que los vi.

Regálame tu pecho para recostarme en él, y escuchar los latidos de tu corazón, para estos sean quienes me ayuden a conciliar el sueño, y tus brazos para dormir entre ellos.

Regálame la esperanza de no creer que aquél adiós, fue el último. Un “adiós” que se hizo lleno de amor, pero necesario por los caminos alejados que tuvo el destino para nosotros.

Regálame el momento ideal para decirte a los ojos uno más de mis “Te quiero”

Regálame la ilusión de pensar que serás mío a pesar de la distancia.

Regálame tantos recuerdos que mi corazón no sea capaz de soportarlo y tenga que desbordarse de amor hacia ti

Déjame regalarte mis palabras más sinceras que te dicen:

Todavía necesito un beso más, una caricia más, un encuentro más, un baile más… Tengo tanto que regalarte aún, tantas risas, tantos besos, todo mi mundo para ti. Regalarte mil mañanas a tu lado, tantos sueños por compartir, tantas alegrías por disfrutar, malos momentos por superar y una realidad que sólo tú y yo sabemos disfrutar.

Una historia donde nadie es nadie, y los dos somos uno…

pareja-color-abrazada

Nuestra historia es así… sin planes, ni promesas. Dónde somos dos seres libres, pero que de corazón nos pertenecemos.

Somos dos cuerpos que se abrazan, que saben compartir pensamientos y comprender sus tan parecidas, como distintas formas de ser. Desde el primer instante amamos nuestra especial manera de querer, tan distinta a la forma que tiene el resto del mundo de hacerlo.

En cada instante hemos permitido que nuestras sonrisas sean las protagonistas de esta historia, alejándonos de los miedos y las dudas; pero sin perder nuestra realidad, la realidad que nos ha permitido estar separados, lejos, pero juntos.

Somos dos corazones que van caminando uno al lado del otro, sin aferrarse a un futuro, sólo con unas inmensas ganas de sentir sus latidos al mismo ritmo. Hemos aprendido a disfrutar por instantes, a encontrar el cómo hacernos felices a la distancia, y acortar distancias con nuestras palabras.

En nuestra historia hemos sabido encontrar el apoyo en nuestros abrazos, alegrías en nuestras caricias y paz en nuestras miradas.

Aprendimos a vivir lo nuestro a través de llamadas eternas en la madrugada y visitas sorpresa en ocasiones especiales.

Hemos aprendido a guardar nuestros besos, esperando ese día en el que la distancia sea sólo una palabra, y estemos nuevamente compartiendo el mismo espacio, ese  lugar que tantas veces fue testigo de nuestro querer.

¿Qué piensas?… Una pregunta a veces tan difícil de responder, sobre todo, cuando esa respuesta incluye una mezcla de emociones.

avatarSé que en algún momento leerás esto y sabrás todo lo que aquella vez no pude decirte, no porque no quisiera sino porque el sentimiento me invadió y las lágrimas no me permitían pronunciar palabra. Esa última vez, me preguntaste que pensaba de tu viaje y de todo lo que rodeaba esa situación, y sólo así puedo darte una respuesta, escribiéndote una vez más…

Hay en mí, algo que me pone triste y me da miedo… miedo de no saber si te volveré a ver o cuánto tiempo pase antes de que ese encuentro se dé; miedo de que te olvides de mí, de nuestras palabras, de nuestros besos; miedo de que olvides cómo te sentías cuando estamos juntos, miedo de que olvides mi manera de verte; miedo de que en tu camino encuentres a otra persona, alguien que te haga feliz y con quien desees compartir eso que ahora compartes conmigo. Tengo miedo de que la distancia y el tiempo nos separe; tengo miedo de que no estés bien, de que estando lejos algo suceda y no pueda estar ahí para ti, o que tú no puedas estar para mí.

Pero hay algo que cura esos miedos, y es el saber que hemos sabido como seguir juntos a pesar del tiempo, de la distancia, y de otras situaciones. Por eso es que también hay otra parte de mí, que hubiera querido decirte que te quiere, y, que sé vas a lograr tus sueños. Sé que oportunidades como ésta no se dan siempre y no se le dan a cualquiera, y si la vida te la está dando es porque te lo mereces, sé que lo harás bien. Necesito decirte que estando tú aquí o del otro lado del mundo, puedes contar conmigo, y que quiero estar presente en tu vida, en el lugar que desees darme.

Voy a estar para ti, para escuchar tus experiencias, tus anhelos, tus miedos, tus tristezas. Estaré para ver cada foto tuya, y viajar con la imaginación cuando me cuentes del lugar en donde estés. Quiero imaginar cómo se escucha tu corazón cuando estés pasando por alguna experiencia diferente, porque podré saber que esos latidos se escuchan como cuando descansabas sobre mí, antes de dormir.

Quiero que sepas que te voy a extrañar y estaré esperando esa llamada para volver a verte, Quiero viajar en tu corazón para acompañarte cada día, en cada experiencia nueva, buena o mala; Quiero acompañarte en cada meta logres, y en cada caída que tengas, y cuando esto pase, tomes mi mano, porque de corazón, ahí estaré a tu lado, tal cual como tú estás en mí, corazón.

FB_IMG_1535852214138

Aún me queda mucho por sentirte, por quererte…

4b6e521ca0e4128d3660e861f2f58d56A unos días de terminar el año y mi último post va dedicado a ti… hoy, escarbando en mis recuerdos me encontré con nuestras conversaciones, con esos mensajes llenos de cariño, de felicidad, de deseo. Volver a leerlos fue recordar una de las épocas más felices que he tenido, fue recordar los mejores momentos por los que he pasado, recordar los únicos instantes en los que me he sentido querida por un hombre. Leer eso fue querer regresar el tiempo a aquél 31 de Enero del 2015 dónde esta bella historia comenzó. Sumando los días, es más tiempo que hemos estado separados, pero ni un solo día he dejado de pensarte, de extrañarte, y mucho menos de quererte.

Ojalá pudiera regresar el tiempo a todos esos días donde nada más me importaba, más que hablar y estar contigo; lamentablemente eso no me es posible, sólo me quedan los recuerdos de esos maravillosos momentos.

Durante este año tuve la fortuna de verte en cuatro ocasiones, te preguntarás porque digo que fue una fortuna a pesar de haber sido tan pocas; mi respuesta es sencilla, porqué te quiero y porque el hecho de ver aunque sea un segundo a las personas que quieres, es el mayor de los privilegios. Este año no estuvimos tan juntos como yo hubiera deseado pero a pesar de ello, sigues siendo lo más bonito que me ha pasado.